Porque hay momentos en esta vida que no nos esperamos, porque son momentos de locura, momentos en que unas palabras que oímos o leemos activan una especie de interruptor en nuestro interior y nos impulsan a hacer lo menos esperado, porque es en esos momentos donde nos jugamos las cosas a todo o nada, nos jugamos las cosas a si o no, donde no existe un puede.
Quien lea esta entrada y no me conozca pensará que si me lo juego todo a si o no un si es una victoria y un no un fracaso, mas no es así, un si es un paso grande, un no solo es un paso mas pequeño, y es que cuando nuestra razón vence a nuestro corazón, cuando tememos por nuestros actos no es sencillo, todos tenemos miedo, sin embargo seguimos recorriendo el camino, paso a paso, kilómetro a kilómetro y es que la vista nos da para ver el camino en el horizonte, mas no para ver su final, avanzamos en una tierra extraña, capaz de tragarnos sin previo aviso o de ser tan sólida como el hormigón bajo nuestros pies, una tierra tortuosa y difícil de andar, una tierra de extremada complejidad, y de extremada belleza, tierra en que el jazmín crece silvestre tímido a los lados del camino, sin embargo aunque tímido cada día mas fuerte.
Tierra incierta que a todos nos atemorizas, tierra capaz de sostenernos y engullirnos, tierra roja cuan lava, tierra que nos induce a la locura, sin embargo es la tierra en la que deseo andar.
Kilómetros y atardeceres ocupen mi vista y memoria, porque dulce es a veces la derrota, por estar a tan escasa distancia de la victoria.
Um, la frase del final...me recuerda a una que escuché de boca de un amigo hace apenas un par de días... =)
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