Principios

Principios, porque sin nuestros principios no somos nada, nuestros principios son lo que nos hace ser quien somos, y sin embargo a veces desearíamos derruirlos cayendo así en una contradicción.
si queremos a alguien queremos sus principios, sin embargo en ciertos momentos desearíamos destruir esos principios, destruyendo con ellos a la persona que queremos, es en ese instante en el que mi pequeña y casi vacía cabecita se satura, valora todas las consecuencias de sus actos a una velocidad pasmosa, sale mi conciencia diciendo que no lo haga, y sin embargo me basta abrir los ojos para que mi corazón pueda con mi conciencia. Es sin embargo en ese preciso instante, en esa media milésima de segundo en la que mi mente reacciona, no quiero destruir la persona que está frente a mi, y sin embargo deseo hacerlo, deseo romper todas las reglas, arrasar todos los principios y seguir adelante con lo que me dicta mi corazón, sin embargo mis propios principios no me dejan. Cada vez mas caigo en contradicciones en mi interior, o quizás cada vez más las deje salir a la luz en lugar de acallarlas. Porque todo es demasiado complicado, nada es fácil e indoloro, todo está rodeado de llamas, y aunque se que saldré quemado quiero arder, quiero que las llamas recorran cada poro de mi piel, que el dolor de arder se transforme en placer, porque me siento como un ángel capaz de volar entre las llamas, capaz de dejar que arranquen mis alas a mordiscos, de quedar atrapado en un circulo de violentas llamas cuya única forma de salir es atravesar las llamas, pero yo no quiero salir, quiero quemarme dentro, quiero que mi cuerpo se convierta en ceniza para así poder recorrer todo y nada a la vez.

♪♫tu renaces al amante y adormeces al guerrero, haces que solo sepa hablar con el corazón primero...♫♪


y es que al igual que yo sabes que no pasa el tiempo cuando estas a mi lado,que no necesito dormir, solo necesito tus caricias para que la oscura y fría noche en que el cielo llora y grita de dolor pase en una exhalación dando paso a la luz de la mañana y al renacer de todos los que en su felicidad no son ni una décima parte de lo felices que he llegado a ser yo.