Llevo días escribiendo esta entrada, buscando las palabras apropiadas para describir lo que estoy sintiendo, hoy me he dado cuenta que las palabras que busco no existen, todo lo que siento solo lo puedo decir con mis ojos.
Y es que a estas alturas en que se que o espero o desaparezco, en que todo el mundo ataca a todo el mundo, en que los gritos de lo que siento son ahogados cruelmente por la almohada asfixiante de lo que se que debo hacer me he dado cuenta de que pocas cosas importan en esta vida, muy pocas.
Las únicas cosas que importan son aquellas por las que estamos dispuestos a dar la vida y a hacerlo felices por ello, las únicas cosas que importan son las que merecen nuestro sufrimiento, aquellas que deseamos hacer con toda nuestra alma y sin embargo no hacemos, no por miedo, si no por respeto, por confianza; Las únicas cosas que vale la pena conservar en esta vida son aquellas por las que estamos dispuestos a entrar en una casa en llamas, o en el mismo infierno acompañados del mas cruel de los ángeles apretando nuestro cuello y marcando nuestra piel con lenguas incandescentes.
Y es que hace días que espero rodeado de llamas de las que siento el calor pero no llegan a calcinar mi piel, llamas que parecieran jugar conmigo haciéndome llegar el calor para luego destruirme, mas sin embargo no es así, son llamas que me respetan, llamas que quieren tocar mi piel y no quemarme, llamas que aun estando destinado a terminar sumido en ellas aguardan el momento para que pase, pues primero quieren adaptar mi piel al calor que desprenden.
Esperaré porque se que tras la espera está la mayor de las recompensas, no me cabe duda, sin embargo aguardo impaciente el final de la espera aunque no conozca cual sea el momento en que este final llegue, quizás sea mejor así, mas si conociera cuando será el final de mi espera me obsesionaría pensando en ese momento, descuidando los pequeños detalles que ocurren día a día y que hacen que la espera merezca cada vez mas la pena.
Con esto me despido esta larga noche en que desearía estar donde no estoy, desearía poder eliminar un millar de cosas y sin embargo mis manos no pueden mover ninguna, espero que mis palabras al igual que las trompetas que sonaron en Jericó logren mas que la fuerza de mis manos.
PD: para quienes piensen que me he vuelto transparente, quizás si, pero yo diría que este mago de las sombras ha sido iluminado por la luz adecuada, aquella que no esperaba y que ha logrado disipar las sombras, ya no tengo mi velo de oscuridad, solo la magia de un ángel guardián.
Y por cierto ponedle titulo vosotros a esta entrada, pues yo no encuentro palabras que la resuman.
"todo lo que siento solo lo puedo decir con mis ojos". Has dado en el clavo. Parece que tú también vas aprendiendo, detalles amigo, detalles...
ResponderEliminarY luz? sí. La mayor que podría haberlo hecho. La irradia aunque no sea consciente. Siempre lo he pensado y creo que jamás se lo he dicho. Si lee esto ya lo sabrá =).
Título? Miradas de luz.
me gusta el titulo, de momento lleva el primer puesto entre todos los participantes que hay en mi cabeza
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